Visitamos uno de los peores Casa Paco de Madrid.

Con el mismo nombre que otros 6 o 7 bares de Madrid, nos atrevemos a afirmar que el Casa Paco de la Plaza de Puerta Cerrada es uno de los peores ‘casapacos’ que nos vamos a encontrar.

Una taberna clásica madrileña excelentemente conservada para atraer turistas, gracias a su estética taurina, su barra tallada en madera y su terraza soleada, en la que podréis disfrutar hasta que se ponga el sol de sus mesas, no solo sin desinfectar sino, además, sin limpiar los restos de comida de los anteriores comensales.

Al preguntar por comida, uno de los camareros nos invitó a leer el QR desgastado de la mesa con nuestro móvil porque era incapaz de decirnos qué se come en el restaurante donde no tenía pinta de que llevase poco. Al resultarnos imposible acceder a la carta decidimos ir a lo seguro y pedir lo mismo que ponía en el ticket, cubierto de migajas de pan, de la pareja anterior.

Podemos apostarnos nuestro brazo derecho, y, por qué no, también el tuyo, querido lector, sin el más mínimo riesgo a perder, a que las croquetas son congeladas. Aunque al probarlas, por suerte, pudimos adivinar el resto de la carta, ya que tenían el regustillo de todos los alimentos que deben llevar tiempo compartiendo espacio en el congelador.

Si bien la croqueta de queso no era para tirar cohetes, pero se podía comer, la de jamón hubiéramos preferido que se le hubiera pegado el sabor de freír calamares en la freidora, y no el sabor de llevar semanas compartiendo cajón con la sepia del refrigerador.

Con el sabor que se les ha pegado a las croquetas en el congelador puedes adivinar el resto de la carta.

Para los huevos rotos deben usar la receta original que Paco Morales hacía cuando se fundó el local en 1933, la gente pasaba hambre y no había dinero para comprar productos de calidad. Por eso, fríen el jamón serrano reseco, pasado y más barato del Alcampo para que, si eres guiri, te los puedas comer pensando que la gastronomía española y la británica no está tan alejada.

Hemos probado huevos rotos con jamón malísimo, pero nunca unos con un jamón tan malo que lo tuvieran que freír.

El cesto de pan apelmazado precocinado del supermercado DÍA, en el que claramente hay trozos que han reutilizado de otras mesas porque ya están un poco resecos, probablemente sea lo mejor de todo lo que probamos, ya que no pudimos seguir comiendo, ni tampoco cenar, por la acidez que nos dio todo lo demás.

Precio aproximado: 15€